La formación autodirigida respaldada aborda la necesidad de práctica clínica adicional que quizás muchos centros no tengan debido a la escasez de tiempo o instalaciones, o la necesidad de alternativas a los programas, que se enseñan en un entorno de aprendizaje distante.
Para que el estudiante tenga éxito, es fundamental proporcionarle una experiencia segura, controlada y medible. Con la formación autodirigida, los estudiantes pueden adquirir la experiencia que necesitan utilizando escenarios de pacientes realistas para desarrollar las destrezas de toma de decisiones críticas.